Fue en el año 2002 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que todos los 28 de mayo se celebrará el Día Mundial de la Nutrición, el que tiene como objetivo generar conciencia sobre la importancia de alimentarse balanceadamente, con tal de gozar una buena salud.
Esto, ya que, según alertó la misma organización, "el sobrepeso y la obesidad han alcanzado proporciones epidémicas en Europa" y uno de cada tres niños tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) mayor al recomendado.
Y, lamentablemente, la situación en Chile no es muy diferente. Según el Mapa Nutricional elaborado el 2020 por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), el 54% de los escolares padece obesidad y sobrepeso.
Si bien es cierto que todos sabemos que para funcionar y sentirnos bien tenemos que comer de manera nutritiva y saludable, muchas veces no lo ponemos en práctica y, lo peor de todo, es que los más pequeños del hogar imitan nuestros comportamientos y acciones.
Por eso, es importante que la familia en conjunto apunte a llevar una vida más sana, para que así los niños y niñas adquieran buenos hábitos desde pequeños y se acostumbren a incluir frutas y verduras en su dieta.
Y es que esto va mucho más allá de algo estético, ya que la ciencia ha comprobado que los menores de edad que no tienen una alimentación balanceada se ven perjudicados en distintos ámbitos de su vida.
5 consecuencias de la mala alimentación en menores de edad:
- Falta de energía y cansancio
Cuando un menor de edad no consume los suficientes lácteos, cereales, verduras, frutas y huevos, es muy probable que se sienta cansado, fatigado y con mucho sueño, lo que inevitablemente afectará su rendimiento escolar, ya que no tendrá energía para realizar sus actividades cotidianas.
- Sistema inmune débil
La falta de nutrientes debilita el sistema inmunológico, por lo que los niños y niñas que no tienen una dieta balanceada son más propensos a enfermarse, sobre todo durante las estaciones más frías. Esto, además de ser muy incómodo para ellos, también perjudicará su proceso de aprendizaje.
- Caries
Las caries aparecen cuando los pequeños no están consumiendo los nutrientes esenciales que necesitan o porque se han excedido con el azúcar y los alimentos ultraprocesados. Para evitarlas, se recomienda consumir frutas -especialmente manzanas, peras y duraznos-, huevos, pescados y verduras, y, obviamente, ¡hay que lavarse los dientes!
- Desconcentración
El cerebro es un órgano que depende de nutrientes para funcionar correctamente, por lo que es lógico que una persona que no lleva una alimentación balanceada se sienta desconcentrada y, por ende, le cueste más trabajo prestar atención en clases o rendir pruebas y exámenes.
- Infecciones cutáneas
Como ya mencionamos, la mala alimentación debilita al sistema inmune, lo que podría significar la aparición de hongos, manchas o ronchas en la piel, debido a distintos virus o bacterias. Para evitar estas patologías, es importante consumir alimentos altos en vitaminas C y D, como frutas cítricas, cereales integrales, vegetales verdes y frutos rojos.
Si crees que tú y tus pequeños no tienen buenos hábitos alimenticios, te invitamos a leer los 5 consejos para llevar una vida más sana y, también, los tips para comer mejor.
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