Es un hecho que, durante los últimos años, la contaminación medioambiental se ha ido agudizando y, como consecuencia, los problemas de salud asociados a la mala calidad del aire también han aumentado.
Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que, en aquellos países donde los niveles de contaminación del aire están por encima de los estándares establecidos, las personas pierden -en promedio- 2.2 años de vida.
Además, la institución estimó que 9 de cada 10 ciudadanos respiran aire contaminado a diario y que, cada año, este mata a 7 millones de personas. Paralelamente, se informó que la polución es responsable de un tercio de las muertes por cáncer de pulmón, accidentes cerebrovasculares y cardiopatías.
Según se indicó, las personas más perjudicadas por esta situación son los adultos mayores de 65 años, los pacientes con enfermedades crónicas y los niños menores de 8 años, ya que sus sistemas inmunes no están lo suficientemente preparados para enfrentar esta problemática.
Por otra parte, es preciso mencionar que, tal como reveló un informe publicado el 2019, de las 10 ciudades más contaminadas de Latinoamérica, 9 se encuentran en territorio chileno, específicamente en la zona sur de nuestro país.
Por eso, cuando la calidad del aire de algunas regiones supera los indicadores aceptados, el Ministerio del Medio Ambiente declara Alerta Ambiental, con tal de que la población tome conciencia y evite realizar acciones que potencien la contaminación, como prender estufas de leña y otros derivados de la madera.
En este contexto, es preciso destacar que la falta de contaminación atmosférica visible -también conocida como smog- no es un buen indicador de que el aire se encuentra saludable, ya que las partículas microscópicas que hay en el ambiente -como el polvo, ácaros, moho y polen- pueden penetrar fácilmente nuestro sistema respiratorio, generando daños en nuestros pulmones, corazón y cerebro.
Sí, lo sabemos. Estos datos son alarmantes, pero no tenemos que angustiarnos demasiado, ya que todavía hay pequeñas acciones que podemos llevar a cabo para cuidar nuestra salud y la de quienes más queremos.
Además, el lado positivo es que hoy en día tenemos mucha más información que hace una década y contamos con distintas herramientas para protegernos del aire viciado.
Asimismo, es innegable que, durante el último tiempo, parte de la población mundial ha tomado más conciencia sobre esta situación, por lo que muchos ciudadanos han comenzado a buscar soluciones que puedan prevenir futuras afecciones y que aseguren una mejor calidad de vida.
De hecho, actualmente son muchas las personas que han adquirido electrodomésticos -como purificadores de aire- para limpiar sus espacios de uso diario y evitar posibles enfermedades respiratorias.
A continuación, te compartimos algunos tips para minimizar los efectos del aire contaminando en tu salud:
- Evita caminar por calles concurridas en horas punta y, si vas con un niño, levántalo por encima del nivel de los tubos de escape de los vehículos.
- Evita pasar mucho tiempo en puntos específicos con una alta densidad de tránsito.
- Cuando desees hacer ejercicio al aire libre, trata de hacerlo en zonas menos contaminadas.
- No quemes residuos, ya que el humo producido daña nuestra salud.
- En caso de contar con aire acondicionado, de ser posible, utilízalo en modo de "recirculación".
- En caso de que vivas cerca de una zona de incendio, donde el humo sea denso, coloca toallas húmedas en las ranuras de puertas y ventanas.
- Limpia y purifica el aire de tu hogar, oficina o el lugar donde mayor tiempo permaneces.
Si quieres conocer en tiempo real el nivel de calidad de aire de tu ciudad, puedes visitar https://aqicn.org/map/chile/es/ o http://airechile.mma.gob.cl/.
¡Súmate al cambio y dale a tus pulmones el aire que merecen!
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