Desde el inicio de la pandemia hasta principios de año, la conciencia sobre las medidas de prevención y uso de virus ha crecido.

Uno de los lugares en los que centrarse por su capacidad de contagio son las escuelas y universidades. La ventilación en los salones de clases con las ventanas abiertas en climas fríos no es efectiva porque la temperatura ambiente se vuelve inaceptable y los estudiantes pueden resfriarse fácilmente.

Para solucionar estos problemas de espacios cerrados con ambientes cargados y potencialmente peligrosas para el contagio por las partículas en suspensión, hemos elaborado una lista con cuatro de los motivos más importantes por las que la presencia de purificadores de aire en los colegios resulta más que esencial.

Con esto se trata de evitar que las clases se desarrollen en condiciones indeseadas que pongan en peligro la seguridad y la salud, tanto del profesorado como del alumnado, cuando está demostrado científicamente el enorme riesgo que existe de contagio por vía aérea del SARS CoV-2.

En primer lugar la concentración de alumnos en el sala de clase, los períodos de interacción entre ellos y el contacto con las superficies como las mesas, libros, cuadernos, etc, obliga que los centros educativos deban garantizar la máxima calidad posible del aire en el interior de las clases y protección durante la jornada escolar. La comunidad científica y la OMS destacan además que la transmisión aérea está más que demostrada, por lo que un aire limpio es sinónimo de prevención y seguridad.

Otro de los motivos tiene que ver con el recorrido de las impurezas en el aire. Según los sistemas de climatización, y de forma general, los virus pueden llegar a desplazarse hasta 50 metros. Las partículas infecciosas que se expulsan en toses, estornudos o en el habla dependen de su tamaño para tener un mayor o menor recorrido. Las pequeñas pueden permanecer en el aire durante varias horas y llegar a largas distancias. Estas son las más preocupantes, ya que el núcleo de estas partículas que se quedan en suspensión necesitan ser eliminadas.

Como tercer motivo están las recomendaciones sobre el uso de sistemas de climatización y ventilación. El parámetro más importante es la renovación del aire, estableciendo que renueve mínimo 2 veces todo el área por hora para asegurar que la calidad sea buena. Y como medida en este sentido la purificación del aire son esenciales, además de la reducción de ocupación de espacios. A la hora de purificar el aire de las salas de clases, la recomendación pasa específicamente por el uso de purificadores de aire con filtros de alta eficiencia HEPA.

El tamaño estimado del SARS-CoV-2 es de 0.12 micras, por lo que los purificadores deben tener filtro HEPA (mínimo H13) para ser realmente eficientes, idealmente que combinen otros mecanismos de eliminación bacteriológica como ionización, carbón activo o luz UV.

Y en cuarto lugar, este método de purificación del aire elimina todas estas partículas nocivas sin utilizar químicos o toxinas que pueda poner en peligro la salud de las personas. Además, la tecnología inteligente de estos dispositivos, cambiando al modo reposo cuando no es necesario, permiten no solo reducir el consumo de energía sino alargar la vida útil de los filtros HEPA.

El principal objetivo es la seguridad de sus alumnos. Para ello, debe complementarse con el lavado de manos, la distancia social, el uso de mascarilla, la ventilación o purificación del aire y la toma de temperatura.

Como Mouvair nos preocupamos por fomentar y garantizar el bienestar personal y académico de los alumnos. Cualquier duda, escríbenos a hola@mouvair.com