Es un hecho: el planeta está cambiando.
Y cómo no, si desde el siglo XIX los humanos hemos contruibido a que se acelere el cambio climático, debido a la constante quema de combustibles fósiles -como carbón, petróleo y gas- que liberan gases extremadamente dañinos para el ecosistema.
Por eso, no es de extrañar que las típicas estaciones que solíamos conocer también estén mutando y que el clima que caracterizaba al otoño, invierno, primavera y verano ya no sea el mismo.
En este escenario, es natural que las plantas también se adapten y que alteren sus ciclos de polinización, porque son seres vivos que siempre han dependido de la lluvia y el sol para existir.
Entonces, ¿cómo nos afecta esto? Créenos: de muchas maneras; ya que, como dijimos anteriormente, los ciclos de polinización de las plantas y árboles están cambiando, lo que implica que la cantidad de polen que hay en el aire también.
Por todo lo anterior, nos contactamos con Cristian Atala, investigador en botánica y académico de la Universidad Católica de Valparaíso, quien nos explicó desde una perspectiva ciéntifica a qué se debe el aumento de las alergias primaverales durante esta época.
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Ha habido una sensación generalizada de que las alergias están en su peak, ¿por qué ha pasado esto en comparación a otros años?
Hay varios factores que pueden influir, pero -sin tener evidencia directa- me parece que lo más obvio es que este año hubo hartas lluvias y después calor, y eso genera una mayor disponibilidad de recursos para las plantas, y esos recursos los pueden invertir en reproducción; entonces, a un árbol que un año le toca más lluvia, probablemente va a tener más agua, va a crecer más, va a acumular más recursos y los va a destinar a producir más flores. Además, tuvimos un invierno con temperaturas bastante altas en general, y eso acelera el metabolismo de las plantas y genera más probabilidades de generar más flores.
Por otra parte, hay un montón de especies en nuestras calles que son polinizadas por el viento -como los pastos, álamos, plátanos orientales y nogales- y producen grandes cantidades de polen, entonces se generan estos "peaks de polen".
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Se habla mucho de evitar salir muy temprano en la mañana o en la noche, porque supuestamente hay "peaks de polen", ¿esto es realmente cierto?
Esto depende de la especie, porque hay algunas que tienen ciclos circadianos que responden al día y la noche, y las flores, de alguna manera, están activas cuando amanece, pero tiene que ver con la fisiología de la planta e incluso en términos de la posición de las flores; pero esto no es en todas las especies, por ejemplo, en el caso del plátano oriental, una vez que la parte masculina está madura, siempre se va a ir liberando polen.
La cantidad de polen liberado también depende de que la antera (parte superior del estambre de la flor que contiene el polen) se seque, entonces evidentemente de día, cuando sale el sol, se va a secar más, por lo tanto, se va a abrir más que en la noche.
Como dije anteriormente, algunas plantas sí tienen mecanismos circadianos y las flores se abren y cierran, pero en general los árboles que tenemos en las calles no funcionan así y va a llegar un momento en que la flor va a estar activa y va a liberar polen hasta que se le acabe.
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¿Hay una estimación de hasta cuándo se preveé que dure esta temporada de polen?
Esto es difícil de estimar así, porque cuando hay eventos puntuales, como por ejemplo que un año llueva mucho, se sale de lo típico y eso solo lo vas a saber cuando pase, porque incluso en plantas que son de ciclos más rápidos, como los psatos, cuanto tú tienes años de mucha lluvia y mucho calor, podrías tener más de un ciclo, entonces vas a tener un doble peak, y sobre todo en este contexto de cambio climático, podríamos tener una alteración en la fecha en que inicia la temporada y la duración de la misma.
En teoría, en la zona central vamos a tender a ir borrando las estaciones intermedias, vamos a tener la más fría y más calurosa y, además, con mayores temperaturas y menos precipitaciones; por eso, el predecir las respuestas de las plantas es bien complicado.
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¿Por qué hay tanta gente que manifiesta que antes no sufrían de alergias y ahora sí?
Tiene que ver con el umbral de la intensidad del estímulo. El sistema inmune funciona contra estímulo y da la sensación de que el alto nivel de exposición al polen que ha habido durante este año ha hecho que más personas lleguen a este nivel crítico y desarrollen una respuesta. Básicamente, la alergia es una respuesta exagerada del sistema inmune a un agente que no es propio, el cuerpo reconoce que eso no es suyo y responde, lo que también depende de la frecuencia de la exposición al estímulo y la intensidad del mismo.
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¿Y qué consejo le darías a la gente alérgica que tiene que seguir con su rutina normal?
Uno muy simple y que aprendimos en la pandemia: usar mascarilla. Si yo sé que el estímulo que me provoca la alergia está en la calle, ponerme una mascarilla me va a proteger de esas partículas.
- ¿Algún otro comentario que te gustaría agregar?
Sí, que la mayoría de las especies que son polinizadas por el viento -y que son las responsables del polen en el aire- son europeas o asiáticas, y no son especies nativas; de hecho, la mayoría de las especies nativas de Chile son polinizadas por insectos y la eficiencia de este tipo de polinización es mucho mayor, porque el bicho toma de aquí y lleva para allá y no hay estas cantidades de polen en el aire.
Entonces esta decisión de poner especies introducidas es en parte responsable de que tengamos estos peaks de polen tan grandes, así que la moraleja es que poner estos árboles en las ciudades es una mala idea por varias razones y no solo por el polen, porque cuando producen sus frutos estos se dispersan con pelusas y es molesto también, así que habría que transitar hacia reemplazar estas especies por especies nativas, que van a provocar muchas menos alergias.
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